miércoles, 21 de mayo de 2025

ADOLFO

 



Adolfo

Solitario. Mirada divagante. Un niño que no logró ser feliz. Viviendo bajo el tormento de su padre y sus castigos físicos. Soportaste tu realidad endureciendo tu corazón.

Cuando fuiste creciendo descubriste un amor hacia las artes, la pintura. Pintaste diversos cuadros. Edificios, paisajes. No te entregabas a plasmar personas en tus obras. Hubo quizás, ahí, un bosquejo de lo que llegarías a ser.

Solitario, sí. Dejaste tus estudios y viajaste a Viena, dejando atrás tu Austria natal. Intentaste en vano, en dos oportunidades, ingresar a la academia de Bellas Artes. Fuiste rechazado. Hubo, quizás, ahí, un indicio de tu gran rencor hacia las personas.

Sufriste las consecuencias de la Primera Guerra Mundial. Viste los horrores de la guerra. Te refugiabas en tus lienzos. Pero es ambiguo porque tu iniciaste una Segunda Guerra.

¿Por qué fuiste amasando tanto odio? ¿Por qué, si tenías un alma de artista, comenzaste guerras y exterminios? Eras multifacético y nadie logro conocer tus pensamientos más íntimos.

Con solo nombrarte, despiertas el odio de todas las personas. Podías haber seguido tu instinto de artista. Pero aniquilaste con tu odio a tantas personas.

Una niña escondida en un desván, sufriendo consecuencias de tener sangre de una raza despreciada por ti. Pero tu sangre era igual a la de ella y a la mía. Eso no importó y mediante personas, soldados, adiestrados a matar, te llevaste la vida de Ana. De ella y de una cantidad extrema de seres humanos. Sufrieron bajo tu yugo por ser diferentes.

Nunca te arrepentiste de nada. Cuando viste la guerra que iniciaste acabar, con resultados negativos para tu misión, no tuviste el valor de enfrentar tus alevosías.

Te fuiste con la misma violencia que entraste al poder.

Hombre pequeño, diminuto ser, ¿Dónde cabía tanto odio? Formaste y escribiste con sangre inocente una etapa de la historia que nos duele. Un hombre pequeño, artista frustrado, realizó a través de su gobierno, la matanza más injusta y dolorosa de la humanidad.

Te fuiste y no pagaste por tus errores.

Hombre pequeño.

 

Sandra Brinkworth, 20 de diciembre de 2024

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